Descripción: Cada iris es un milagro fugaz: delicado, pero firme. El florecer captura esa tensión: la fuerza frágil de una flor que se atreve a florecer una y otra vez. Forjada en metal orgánico, esta pieza es un tributo a la resiliencia: a quienes llevan la suavidad como armadura, a quienes se despliegan con gracia incluso después de la tormenta. Una celebración de la belleza que perdura, se transforma y siempre vuelve a comenzar.
Este tapón de vino de metal embellecerá tus botellas de vidrio con sofisticación y sensibilidad. Una pieza escultórica decorativa y funcional para tu hogar.
Peso: 43,4 g
Tamaño: 5,6 cm de alto x 6 cm de ancho